La publicidad y el marketing son un tema de gran controversia donde nos encontramos con las mentiras publicitarias hoy en día por su ferocidad y últimas estrategias poco ortodoxas, las cuales a pesar de su baja aceptación pública se han vuelto virales y han funcionado excepcionalmente (recordemos el fenómeno de “Charlie, Charlie”).
Sin embargo, se han visto casos de campañas de publicidad en donde exageran las funciones del producto.
Tal es el caso de la marca Rexona utilizo las mentiras publicitarias o fraudolenta, hagamos memoria y recordemos aquel sujeto que la demandó por fraude publicitario por su comercial de “atraer mujeres”. Demanda que ganó cabe destacar.
Sin embargo tengamos en cuenta todas sus ventas antes de dicha demanda, eran ventas monstruosas, y su campaña publicitaria les fue bastante eficiente utilizando mentiras publicitarias (aunque ya no pueden hacer uso del comercial demandado claro está).
Aunque sus ventas actuales no son malas son muy bajas en comparación a sus ventas pre-demanda, a todo nace la duda.
Lo normal sería negar esta pregunta rotundamente pero, teniendo en cuenta la gran cantidad de ventas que se obtienen haciendo creer al cliente que el producto es mejor de lo que aparenta te hace considerar el hacerlo.
Esa es la razón de este artículo, discutir sí es conveniente utilizar mentiras publicitarias o en una campaña publicitaria.
Existen diversas compañías que hacen uso de exageraciones con respecto al producto o servicio, productos que se han salvado de correr la suerte de Rexona gracias a unas mentiras publicitarias mínimas en pro de aumentar las ventas pero no arriesgarse a una gran pérdida.
Sí se llegara al caso de que se quisiera aumentar las ventas de un producto especifico lo normal sería destacar las cualidades del mismo, ya sea demostrando su versatilidad o mejorando la presentación del mismo.
Siempre corre la duda de utilizar mentiras publicitarias en dichas características, y la respuesta al si, es buena idea o no depende de cada uno, sin embargo dicha opción mejora las ventas.
Digamos que queremos vender una maquina de ejercicios, en nuestro comercia añadimos que es versátil, no ocupa mucho espacio, sirve para cualquier parte del cuerpo y que además viene con un manual de dieta y ejercicios. Todo bien hasta ahí, ahora llegamos a la parte que nos interesa la exageración.
Añadimos en alguna parte que nuestra maquina además tonifica tus músculos al punto de estar definido en 2 meses.
Se ve ¿no es así?
Esa es una exageración más que obvia, sin embargo gran parte de los televidentes creerán en esa afirmación y es esa misma característica la que hará que las ventas aumenten en gran medida.
La ventaja de eso es que al no ser completamente una mentira no podemos ser demandados, ya que sí se argumenta que siguiendo el plan de dieta y ejercicios que proveemos al pie de la letra es realmente posible definir los músculos en tan solo 2 meses.
Esa es una de las maneras en las que las grandes compañías evitan una demanda Rexona aun utilizando las mentiras publicitarias.
Mentir es malo, pero exagerar un poco puede ser de gran ayuda.