Riesgo, a eso nos referimos cuando hablamos de marketing agresivo o publicidad agresiva como prefieran llamarlo, este término se usa para categorizar campañas que podrían terminar en un gran desastre. Tal es al caso de Samsung con su campaña de los 50 euros. Y es que también se usa este término para campañas innovadoras con una rápida toma de decisiones y con un método peligroso. Esto se logra llamando la máxima atención posible y luego ofrecer el producto o servicio, incluso aplicando la teoría de “a corta perdida mayor ganancia”.
Por ejemplo: Se han visto casos de marcas generando polémica para ganar ventas. Esto puede hacerse prácticamente con cualquier cosa, desde hacer un comercial ofensivo a propósito, a esparcir rumores sobre el producto, todo con el riesgo claro de perder más de lo que se gana.
: es la estrategia más peligrosa, se basa en atacar a la competencia en la más mínima oportunidad y en idear productos nuevos y lanzarlos al mercado casi sin ningún tipo de análisis.
Defensor: a contrario del prospector esta estrategia de marketing busca mantenerse fuera de la competencia, manteniendo un mercado estable, no busca realizar cambios, solo seguir en pie.
Analista: esta sería una especie de hibrido entre el prospector y el defensor puesto que no se arriesga ni se mantiene estable, todo lo que hace es expandirse según sus análisis y mejorar sus productos ya existentes en el mercado. No innovan.
Reactor: podríamos llamarla la peor posible en todos los ámbitos, no innovan, no son estables, actúan cuando tienen que hacerlo, más que todo cuando la competencia los tiene muy presionados.
Podemos ver a que se refieren con la palabra riesgo, cada una tiene un problema, una peor que la otra, yendo lejos podemos decir incluso que tenemos estrategias Prospector cobardes, sin embargo hay casos en donde incluso estas pueden funcionar.
Tengamos en cuenta que aquel que destaque es el que gana, incluso como reactor sí al estar acorralado adquieres una buena estrategia de marketing agresivo para aumentar las venta.
No habrá quien pueda derrumbarte, y sí como tomas buenas decisiones de mercadeo un defensor no podrá mantener tan “estable” por mucho que lo intente, y por tanto ninguna analista podrá mantenerse a raya.
Una manera eficaz de lograr esto es pensando en la competencia y su producto:
Trata de ver como lo distribuye.
Su público objetivo y sus preferencias.
Trata de que las personas dejen de comprar su producto para comprar el tuyo.
De esta manera lograrás una campaña de marketing lo suficientemente agresiva como para presionar al rival. Además de poder o no (depende que tantos riesgos quieras tomar) de conseguir más clientes a expensas de su producto, claro, robando su clientela.
Sí bien algunas veces pensar rápido es esencial para poder triunfar pensar un poco y conocer a la competencia te ayudará a lograr tu objetivo, recuerdo “el fin justifica los medios” y en este tipo de marketing agresivo no hay otro lugar en donde seguir esta ideología.